El paseo por el barrio histórico desvela la huella del transcurso de los tiempos. De origen medieval (1247), se puede pasear por sus calles, plazas y sus respectivas arcadas. El Palacio Abacial, la Iglesia Vieja dedicada a la Asunción, con su Colección de Arte Sacro de la Ribagorza, y el edificio actual de la Biblioteca conforman un espacio cultural de gran interés patrimonial.

El pueblo antiguamente fortificado de Erillcastell es uno de los lugares más sorprendente del municipio y de la comarca. Sus orígenes nos hablan de una de las familias más poderosas de la época medieval: los Erill. Actualmente, está abandonado, pero en poco más de una hora, se pueden visitar sus ruinas desde el pueblo de Malpàs.

Uno de los valles pirenaicos que mantiene el espíritu de los pueblos de alta montaña, y que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su autenticidad. Iglesias, ermitas, casas ancestrales y entramados urbanos esconden una historia y una manera de vivir única e irrepetible.

Declarado Bien de Interés Cultural en calidad de Conjunto Monumental, atesora en su estructura el glorioso pasado de la región. Conserva tres iglesias románicas, los vestigios de dos castillos y un bello puente de traza medieval con doble arcada.

Pequeño pueblo de la Ribagorza aragonesa, a poco más de 30 minutos del Pont de Suert. Conocido por su riqueza histórica y arquitectónica, alberga la Catedral de San Vicente, magnífico ejemplo de arquitectura románica y gótica, considerada una de las catedrales más antiguas de España.